La ermita de San Antón está ubicada en el barrio que lleva su nombre. No se sabe nada sobre la fecha de su construcción aunque la cofradía se fundó en 1830.
Suponemos que la calidad de sus materiales no era buena, porque en 1901 se derrumbó y tuvieron que quitar los escombros con un carro. Debido a los problemas económicos de la parroquia tras la desamortización, deciden venden el solar que ocupa la ermita en 1917. Se vendió por 800 pesetas a Ramón Fernández (apodado el tío ñora), que mantuvo la ermita como estaba. Durante la Guerra Civil, el santo es quemado así que tiene que comprarse uno nuevo para sustituirlo. Finalmente entre 1948 y 1949 se realiza el cambio de la campana y la restauración del edificio cuyo coste de 6.432,20 pesetas corrió a cargo de la hermandad.