ACABAS DE DESCUBRIR UN HEREJE 3 – FRANCISCO DE ESPINOSA

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1561 – Proceso contra Francisco de Espinosa (ADC leg. 218, nº 2670)

Francisco de Espinosa era cristiano nuevo, vecino de El Provencio, sufrió un proceso por herejía, cuyas afrentas fueron enumeradas durante el juicio:

  1. Fue bautizado a los 20 años, dejando la religión musulmana. Aun así, se quejaba a su mujer que era mejor su tierra ya que podía tener 5 o 6 mujeres, y cuando estaba enojado con una se iba con la otra.
  2. Decía que no quería ir a la lucha contra los moros, porque por cada cristiano que fuera habían 15 moros.
  3. Se regodeaba de que los moros habían vencido a los cristianos.
  4. Decía sobre los cautivos liberados de los moros que no era obra de la Virgen sino de los dineros y tesoros pagados por su libertad.
  5. Se daba coscorrones ante la profecía de San Isidro que confirmaba la reconquista de la península por los cristiano.
  6. Que hablaba con otros moros, recordando las ceremonias que realizaban antes.
  7. Que hablaba sobre cosas que estaban escrita en la historia de los moros (Corán).
  8. Que un moro enfermo dijo “en ora buena benga el buen moro que si de tales moros tuviera el turco muchos bien pudiera hazer”, y él no le replicó.
  9. Decía que tenía dos alcahuetes malos, uno era dios y el otro su borrico.
  10. Que tenía poco que agradecer a Dios porque le había dado viñas que no querían trabajar sus hijos.
  11. Que oyendo a una persona leer cosas de Mahoma se emocionaba.
  12. Decía que si Dios era tan poderoso porque se había dejado crucificar por gente tan ruin.
  13. Decían también que si no hubiera Inquisición todos serían infieles porque los que han de amonestar callan primero.
  14. Que ante la pregunta de si los moros tenían oraciones dijo estas palabras:”handurilá dela lazazmin hurrazman hurrazmin”.
  15. Que había perjurado ante el tribunal unas veces que no sabía cosas de Mahoma y otras veces que sí.

Ante estas y otras acusaciones de herejía, que al principio negaba, tras ser sometido a tortura, terminó admitiendo que había cometido perjurio, que aunque había ido a misa y rezaba, sin embargo sus creencias habían sido musulmanas porque había sido criado en esas ideas, pero que estaba arrepentido, pedía perdón a Dios y suplicaba clemencia porque desde ese momento quería vivir y morir en la fe de Jesucristo como buen y fiel cristiano. En un principio la Inquisición le condenó a excomunión y a la confiscación de todos sus bienes. Pero por su arrepentimiento, la Inquisición lo absolvió de la excomunión, pero fue obligado a mostrarse ante la gente con un sambenito colgado para que la gente lo pudiera identificar como reo. Además debía oír misa todos los domingos y fiestas de guardar, rezar los sábados cinco veces el Padre Nuestro, el Ave María, el Credo y la Salve y a confesar y comulgar tres veces al año