Hospedería Nuestra Señora del Rosario (Bodega vieja)

En 2019 la Dirección General de Turismo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha aprobó el proyecto “Hospedería Nuestra Señora del Rosario”, concediendo una subvención de 2 millones de euros para su ejecución. Dicho proyecto consiste en la rehabilitación y transformación de la antigua bodega de la cooperativa Nuestra Señora del Rosario en una hospedería adaptada a personas con movilidad reducida, con el objetivo de entrar en la Red de Hospederías de Castilla-La Mancha.

Hospedería Nuestra Señora del Rosario
Hospedería Nuestra Señora del Rosario

Orígenes de la bodega

Para entender los orígenes de la bodega cooperativa Nuestra Señora del Rosario debemos adentrarnos en las formas de organización agrícola que se desarrollaron durante mediados del siglo XX. Éstas estarían determinadas por la nueva forma de sindicalismo vertical del Régimen tras la Guerra Civil. En este contexto, la primera asociación agraria de El Provencio que debemos mencionar es la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos, un tipo de organización sindical presente en España que funcionó desde aproximadamente 1939 hasta 1977, desapareciendo junto al sindicato vertical. Estas hermandades dependían de la Delegación Nacional de Sindicatos, una institución que a su vez dependía directamente de la Secretaría General del Movimiento, por lo que no estaba vinculada a ningún ministerio (aunque la colaboración con el Ministerio de Agricultura era evidente). Las hermandades no dependían de los Sindicatos Verticales de Campo de nivel nacional ni provincial, si no que eran Entidades Sindicales locales con órganos de gobierno propio, integradas en la Delegación Provincial de la Organización Sindical a través de la Cámara Oficial Sindical Agraria (COSA). De esta forma, fueron las entidades locales que más importancia alcanzaron.

Bodega vieja
Bodega vieja

En el Provencio la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos fue constituida oficialmente el 28 de marzo de 1943, en un acto al que asistieron el secretario sindical provincial, el delegado provincial de trabajo y el vicesecretario provincial de ordenación social. Las entrevistas personales a la población local apuntan a dos posibles ubicaciones para el primer local de esta hermandad. Por un lado, una posibilidad sería en la calle Comandante Marchante, frente a la plaza de la Iglesia. Por otro lado, el edificio situado en la esquina de la calle Juan Crisóstomo, 2, que más tarde sería la cámara Agraria de El Provencio.

Museo del Cómic
Museo del Cómic – Antigua Cámara Agraria

En 1950 se crea en El Provencio la Cooperativa de Campo Local Nuestra Señora del Rosario. Según las leyes relacionadas con el principio de “unidad sindical”, todas las entidades organizativas del sector agrario (entre ellas las cooperativas) debían incluirse en dichas hermandades. Esto puede verse como un intento del régimen por tener controladas todas las asociaciones de trabajadores que existían en el campo. De esta forma, en el momento de creación de las hermandades, se obligó a las cooperativas preexistentes a encuadrarse en ellas. Por otra parte, desde el sindicato vertical también se fomentó la creación de nuevas cooperativas, así como el auxilio para la adquisición de maquinaria y otros elementos de producción agropecuaria, buscando el aumento de productividad en el marco de las políticas agrarias de la autarquía.

El desarrollo del cooperativismo vinícola en España

El modelo de producción vinícola cooperativo surgió con el objetivo de reducir los costes de producción mediante la elaboración en común y la reducción de intermediarios al vender también en común, además de aumentar la capacidad de almacenaje y mejorar la calidad del vino, aumentando en definitiva sus ingresos. Otros autores sin embargo sugieren que en un principio estas ventajas no estaban tan claras, y que los ingresos de los socios de cooperativas no debieron ser mucho mayores a los de los no socios, explicando así el porqué en España no hubo un gran desarrollo de cooperativas antes de los años 50. El gran aumento en el número de bodegas cooperativas se daría a partir de 1950, siendo una de sus principales causas el hecho de que el Estado comenzara a conceder préstamos para la construcción de dichas bodegas, al igual que había sucedido en Francia 20 años antes. Las principales instituciones a través de las cuales se otorgarían estos préstamos serían el Servicio Nacional de Crédito Agrícola y el Instituto Nacional de Colonización, ambos dependientes del Ministerio de Agricultura. La Bodega Cooperativa Nuestra Señora del Rosario se beneficiará de ambos, como veremos más adelante. De hecho, la región de Castilla-La Mancha sería con diferencia la mayor receptora de estas ayudas recibiendo entre 1947 y 1961 un total de 171 millones de pesetas, a repartir entre 107 bodegas cooperativas, entre las cuales se encontraba la cooperativa de El Provencio.

Bodega vieja
Bodega vieja

Este movimiento cooperativo tuvo en la provincia de Cuenca un importante desarrollo si se compara con el resto de las provincias de la actual Castilla-La Mancha. A finales de 1956 existían en la provincia unas 106 cooperativas agrarias locales, cifra muy por encima a la segunda provincia, Ciudad Real (62), si bien es cierto que en número de socios Toledo la superaba ligeramente.

Los inicios de la Cooperativa Nuestra Señora del Rosario.

Una vez constituida en El Provencio la cooperativa de Campo Local Nuestra Señora del Rosario, se decide crear una bodega. El motivo fue el descontento general entre los agricultores con la venta de sus productos, pues las bodegas particulares situadas en la localidad no contaban con capacidad suficiente para la entrada de tantos kilos de uva, por lo que los agricultores debían llevarla muchas veces a otros municipios (principalmente a Villarrobledo). Además, los agricultores también hablan de un abuso por parte de algunas bodegas en cuanto a los precios que se pagaban en ese momento.

Bodega del Doctor Plaza
Bodega del Doctor Plaza – Ejemplo de bodega familiar

En 1954 la cooperativa comienza a iniciar el difícil camino de la construcción de la bodega. Debido a la complicada situación económica de los socios, se intentará obtener préstamos de diversas entidades, principalmente dos: el Servicio Nacional de Crédito Agrícola y el Instituto Nacional de Colonización. Será de gran importancia la Junta Extraordinaria realizada el 7 de febrero de 1954, en la que se acuerda solicitar un crédito al Servicio Nacional de Crédito Agrícola, cuya solicitud será firmada por 108 socios. Este documento de solicitud, firmado tres días después de la realización de la junta, también nos sirve para conocer quiénes formaban parte de la Junta Directiva de la cooperativa en ese momento: Casiano Paños Saiz (jefe), Ángel López Casamayor (secretario), Honorio Haro García (tesorero), Gumersindo Carrasco Rosillo (vocal) y Reyes Madrigal López (vocal).

Bodega vieja
Bodega vieja

Por otra parte, en esta junta también se iniciaron los trámites para solicitar un préstamo al Instituto Nacional de Colonización, por iniciativa del jefe de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos de El Provencio del momento, Antonio Casamayor Galiano. Este hecho es de gran relevancia pues es en este preciso momento cuando, para poder solicitar dicho crédito, se constituye el Grupo Sindical de Colonización de El Provencio (en este primer momento aún no se le había asignado el número 1057), nombre con el que será conocida la bodega cooperativa hasta 1988.

El presupuesto de ejecución de la obra de la bodega se estima en 1.400.000 pesetas. Tras la constitución del grupo sindical cada vez será más frecuente el uso de este nombre (Grupo Sindical de Colonización 1057) para referirse a esta cooperativa, como así aparece en numerosos documentos, hasta que a finales de los años 50 apenas aparece ya el nombre de Cooperativa Nuestra Señora del Rosario.

El primero de los préstamos solicitados sería concedido al año siguiente. El Servicio Nacional de Crédito Agrícola concedió un préstamo de 1.000.000 de pesetas, con un 2,75% de interés anual y a devolver solidariamente en 5 plazos anuales. Por su parte, el Instituto Nacional de Colonización otorgó dos años después un auxilio de 1.279.540 pesetas, siendo una parte sin intereses y otra con un interés anual del 3,75%.

Pascual Carrión y Carrión, ingeniero agrónomo del proyecto

Uno de los aspectos más destacables de la bodega Nuestra Señora del Rosario es que su proyecto fue diseñado y dirigido por una de las figuras más relevantes de la ingeniería agronómica del siglo XX: Pascual Carrión y Carrión. Su figura destacó por ser uno de los principales impulsores de la Ley de Reforma Agraria durante la Segunda República, participando en la elaboración del anteproyecto.

Pascual Carrión y Carrión nació en 1891 en Sax (Alicante), en el seno de una familia acomodada de agricultores. Con 16 años se traslada a Madrid para estudiar en la Escuela Especial de Ingenieros Agrónomos del Instituto Agrícola de Alfonso XII, y allí entrará en contacto con figuras relevantes de la Institución Libre de Enseñanza como Francisco Giner de los Ríos, José Ortega y Gasset o Manuel Azaña (García Delgado, 1976). Pronto se preocupó por los problemas económicos y sociales del país, en especial por el latifundismo. En 1917 concluye sus estudios y es destinado por petición propia a Sevilla, mostrando un gran interés por la situación de la agricultura andaluza. En 1921 se traslada a Valencia, donde se dedica al sector vitivinícola, fomentando el cooperativismo y la organización de los pequeños propietarios. Ya en la Segunda República, de nuevo en Madrid es nombrado miembro de la Comisión Técnica Agraria, quedando ligado al proyecto de la Reforma Agraria. También será vocal y secretario de la Junta Central de Reforma Agraria durante un breve periodo de tiempo. El salto más importante en su carrera académica será el acceso a la cátedra de Economía Política y Economía Agraria, que le permitió participar en importantes congresos científicos nacionales e internacionales. Durante la Guerra Civil asume en Valencia la jefatura del Servicio de Enseñanza y Divulgación del Instituto de Reforma Agraria.

Tras la guerra, Pascual Carrión es encarcelado, depurado e inhabilitado para cargos de responsabilidad, además de ser expulsado de la cátedra. En 1941 es destinado a la Estación de Viticultura y Enología de Requena (EVER), donde desarrollará su actividad hasta su jubilación en 1961. A pesar de todo ello, continuará su preocupación por el latifundismo, lo que le hará impulsar el movimiento cooperativista durante las décadas de 1940 y 1950 en el Levante y La Mancha. De hecho, durante esta etapa de Carrión en la EVER se produce el mayor auge de bodegas cooperativas en España, y en concreto en Cuenca, como hemos visto anteriormente. Entre las labores que realizó Carrión se encontraba la redacción de proyectos de edificios vitivinícolas, siendo uno de ellos el de la bodega de la cooperativa Nuestra Señora del Rosario de El Provencio.

La construcción de la bodega

En el año 1955, sin esperar a la llegada de los préstamos solicitados, comenzaron las primeras acciones para la construcción de la bodega. Las obras abarcarían aproximadamente el segundo semestre de 1955 y principios de 1956, siendo el presidente de la cooperativa en ese momento Gregorio García Gracia. Observamos como en la cartografía realizada por el Vuelo Americano de 1956, realizado por un convenio entre España y EEUU, ya se observa finalizado el edificio de la bodega. El terreno para la construcción de la misma será el lugar conocido como La Molineta, al norte de la localidad de El Provencio, junto a la carretera de Ocaña a Alicante (hoy en día la N-301) y la calle de El Tostado. Los propietarios del terreno, Emilio Moya Martínez y Adrián Redondo Martínez, formalizarían el traspaso al grupo sindical un año después.

El replanteo de las obras se llevará a cabo el 14 de abril de 1955, asistiendo al mismo el presidente de la cooperativa Gregorio García, el ya mencionado ingeniero Pascual Carrión y Carrión y el maestro de obras Francisco Sanmartín, en el que se acuerda dejar un patio de 30-23 metros de ancho en la parte norte y un camino de 9 metros de ancho a lo largo de la calle del Tostado.

Qué mejor descripción resumida de lo que será esta primera construcción que la que nos proporciona el afamado ingeniero, Pascual Carrión, en el dictamen redactado el 2 de mayo de 1955, destinado al Servicio Nacional de Crédito Agrícola como trámite para la obtención del préstamo. El documento dice lo siguiente:

“…la capacidad de la Bodega que se proyecte, es de 12.000 hectólitros, en 34 depósitos elevados de 165 y 180 hectólitros de cabida cada uno de ellos, más cuatro pequeños de 110 hectólitros, construidos de hormigón armado, y 32 subterráneos de cabida variable, construidos de hormigón en masa.
El edificio principal, estará constituido por dos naves adosadas de 34,15 metros de longitud y 11,40 metros de anchura cada una de ellas, y pilares de ladrillo; y en el interior pilares de hormigón armado en los cuales apoyarán las armaduras de la cubierta, que serán de hierro con 11 metros de luz, sosteniendo teja árabe sentada sobre rasillas que se apoyarán en listones y viguetas de madera.
La maquinaria se compondrá: de báscula puente para 25.000 kilos; un transportador de hélice con su correspondiente trasmisión y motor; una estrujadora para 25.000 kilos de uva por hora, con su correspondiente bomba de vendimia; dos prensas desvinadoras de tres metros de diámetro y una pequeña de 1 metro; dos bombas de trasiego y un filtro Tormo de tres cuerpos.
Se incluyen además, como maquinaria; un alternador para 30 caballos de fuerza, una báscula para bocoyes y un grupo electro-bomba para elevación de agua.”

El presupuesto que se calcula al final del mismo documento asciende hasta 1.650.000 pesetas, correspondiendo 1.153.000 a las obras de fábrica y 497.000 a la maquinaria. Esta cifra no coincide con la especificada en la solicitud del crédito del INC antes mencionado, lo cual no debe sorprendernos pues transcurre un año entre ambos documentos, por lo que es muy probable que el proyecto sufriera multitud de cambios en todo este tiempo hasta adoptar su forma final.

La ampliación de 1964

Debido al gran aumento de socios y a la productividad de la cooperativa, fue necesaria la ampliación de la bodega en varias ocasiones. La más importante de estas ampliaciones fue la de 1964, siendo la de mayor envergadura, y permitiendo el crecimiento de la cooperativa que pasaría de tener 116 socios a 193. Las obras consistieron en la construcción de otra nave contigua a la existente, de estructura y tamaño muy similar, con el objetivo de ampliar unos 18.000 hectólitros más la capacidad de la bodega. Muy llamativa sería también la fachada de la nueva nave, destacando la marquesina y la torre en la esquina izquierda, la cual no se conserva hoy en día (según fuentes orales, fue necesario derribarla para sacar los depósitos de metal durante el traslado a la nueva bodega).
Pero además se aprovechó para modernizar las instalaciones que había en ese momento.

Bodega vieja
Bodega vieja

La ampliación se comenzó a planear un año antes de su ejecución, en julio de 1963, siendo el proyecto encargado esta vez al ingeniero agrónomo Álvaro Planchuelo Prieto. Este proyecto finalmente estaría redactado en septiembre de 1963, y en él se establecen como objetivos:

  • Ampliar la capacidad de la Bodega en unos 18.000 Hl más.
  • Eliminar el sistema actual de escurrido y desvinadoras.
  • Lograr un procedimiento, por el cual el ahorro de mano de obra sea considerable.
  • Procurar que la ampliación quepa dentro del recinto del solar actual.

Una vez redactado el proyecto, a finales de año se procede a solicitar a la Dirección General de Economía de la Producción Agraria el permiso para llevar a cabo las obras. Para afrontar el esfuerzo económico que suponía esta gran ampliación, al igual que se había hecho para la primera construcción, se decidió solicitar un préstamo, en este caso al Banco de Crédito Agrícola, que desde 1962 había pasado a sustituir al Servicio Nacional de Crédito Agrícola.

La maquinaria fue comprada nuevamente a la empresa de Logroño E. López Romero S.L., consistiendo en prensas horizontales, un transportador-alimentador de uva, una estrujadora centrífuga, una bomba de trasiego, transportadores-evacuadores de orujos y otros accesorios como grifos y puertas.

Las obras se llevarían a cabo a lo largo del año 1964, con objetivos de estar terminada antes de la vendimia. Sin embargo, las obras de ampliación pusieron en riesgo la campaña de 1964 debido a algunos retrasos, como demuestra la correspondencia mantenida entre el presidente del grupo sindical Tomás de la Fuente y la empresa E. López Romero S.L. Finalmente, en enero de 1965 darían por concluidas las obras con la instalación eléctrica.

La fusión de las cooperativas provencianas y el abandono de la bodega

Paralelamente, en pleno auge cooperativista en la región; en 1965 se crea en El Provencio otra cooperativa, que curiosamente se va a constituir con el mismo nombre que tenía en sus inicios el grupo sindical, es decir, Cooperativa de Campo Nuestra Señora del Rosario. Su bodega estuvo situada en el interior del pueblo, entre las calles Las Mesas, la Torre, Colegio y D. Juan Crisóstomo, aprovechando el espacio de una bodega antigua que fue derribada. A partir de ese momento existirán 2 cooperativas vinícolas en El Provencio (Grupo sindical 1057 y Cooperativa de Campo Nuestra Señora del Rosario). Aunque las dos cooperativas coexistieron durante muchos años con total normalidad, se llegaron a situaciones en las que agricultores eran socios de ambas cooperativas, o un padre era socio de una y su hijo de la otra. Por ello en 1988 ambas cooperativas deciden fusionarse, por iniciativa de sus presidentes en ese momento: Emilio Moya Redondo (Nuestra Señora del Rosario) y Domingo Sevilla (Grupo Sindical 1057). Se trató de un hito en la historia de El Provencio, pues hubo que poner de acuerdo a un gran número de socios, que finalmente votaron de forma unánime “sí” a la fusión en una junta general.

Aprobación fusión
Aprobación fusión

A partir de este año ambas funcionan como una sola cooperativa (con el nombre de Nuestra Señora del Rosario) aunque siguen estando activas las dos bodegas al mismo tiempo. Finalmente, las necesidades de renovación obligaron a la construcción de un nuevo edificio entre 1996 y 1998, con una tecnología de vanguardia, situado en la calle Castilla la Mancha. En ese momento es considerada una de las bodegas más modernas de Europa. Debemos destacar el espectacular traslado de los enormes depósitos de metal que se realizó desde las bodegas viejas a las nuevas instalaciones. El edificio de la antigua bodega continuó empleándose para diversos usos, por ejemplo, como oficina y almacén, hasta que finalmente fue abandonado.

Traslado depósitos
Traslado depósitos @Antonio Redondo